Las contraseñas (o passwords, como dirían nuestros amigos los anglosajones) son parte de nuestra vida desde mucho antes que Internet se colara en nuestras vidas. En 1967, John Shepherd-Barron inventó el concepto de PIN (Persona Identification Number o Número de identificación personal) cuando trabajaba en el primer cajero de un banco londinense. Su primera idea fue utilizar una contraseña de 6 dígitos, pero al hablarlo con su mujer ella prefería 4 dígitos, ya que le resultaba más cómodo de recordar.
Pero a raíz de la popularización de Internet, cada vez más utilizamos un par «nombre de usuario» y «contraseña» para leer nuestro correo, escribir un comentario en un blog o ver las fotos de nuestra familia.
Como el nombre de usuario es algo que nos identifica dentro de la comunicación social que ocurre en Internet no existe ninguna recomendación a la hora de definirlo desde el punto de vista de la privacidad, exceptuando aquellas fundamentales como no utilizar nuestro DNI.
Con respecto a la contraseña, existen muchas recomendaciones que debemos leer y aplicar siempre cuando tengamos que establecer una nueva contraseña, como las dadas por el equipo de seguridad de Microsoft o por Inteco. Como resumen, nosotros en PRiSE recomendamos las siguientes directrices:
Una manera bastante óptima de generar una contraseña segura es utilizar una frase que nos resulte familiar, como el de alguna canción favorita, y utilizar la primera letra de cada palabra. Sobre dicha cadena de primeras letras, reemplazamos algunas vocales o consonantes por números o caracteres especiales que visualmente no nos resulte diferente a la palabra que obtuvimos al coger cada primera letra de cada palabra. Por ejemplo, si nos basamos en la canción «La casa por el tejado» de Fito y Fitipaldis:
La casa por el tejado —> Lcpet —> L[p3t
Aunque lo más cómodo desde el punto de vista del usuario es tener una sola contraseña para todas las cuentas, ya que nos facilita recordarla y no tener que apuntarla en ningún post-it (nunca hagáis esto, ¿ok?), es mejor tener varias contraseñas, en función del uso que vayamos a darle. Obviamente lo ideal es tener una contraseña muy fuerte diferente para cada uno de los portales, pero si no compaginamos usabilidad con seguridad, el modelo termina siendo un fracaso.
En PRiSE creemos que sería conveniente que tuvieras los siguientes «tipos» de contraseñas:
Desgraciadamente, estas recomendaciones que damos en esta entrada no son aplicadas tantas veces como quisiéramos. A principios de Octubre nos enteramos de que se habían filtrado 10.000 contraseñas de cuentas de Hotmail por una persona anónima. Sobre dicha lista de contraseñas, se ha realizado un estudio estadístico, y podemos resaltar las siguientes conclusiones:
Tipos de contraseña
Caracteres en las contraseñas
Estas estadísticas demuestran que todavía queda mucho en la educación del usuario a la hora de que elijan contraseña. Aunque hay que decir a su favor que los bancos siguen haciendo un «favor» al mantener el PIN de 4 dígitos, ya que, ¿qué hay más seguro que un banco?
* La foto del artículo es propiedad de Amagill y está licenciado por Creative Commons Attribution
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